FIESTAS PATRIAS… ¿SABEMOS CELEBRAR LOS CHILENOS?



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FIESTAS PATRIAS… ¿SABEMOS CELEBRAR LOS CHILENOS?

Ha llegado Septiembre y la naturaleza florece una vez más después de un normal letargo invernal, la vegetación cobra vida en el florecer de cada árbol, en cada planta y en el palpitar del corazón del buen chileno, junto a esto, bien vale la pena entonces hacer algunas reflexiones en torno a la pregunta,  ¿como nosotros los chilenos celebramos habitualmente nuestras fiestas patria?.

En estas instancias me acude a la mente aun sin querer, aquel bello y significativo poema de Víctor Domingo Silva referido a nuestro amado emblema nacional denominado:  “Al pie de la Bandera” cuya primera estrofa comienza más o menos así:

…”¡Ciudadanos!, ¿Qué nos une en éste instante? ¿Quién nos llama? ¿Encendidas las pupilas y frenéticas las manos? ¿a qué viene ese clamor que por el aire se derrama y retumba en el confín?  No es el trueno del cañón;  No es el canto del clarín: Es el épico estandarte, es la espléndida oriflama, Es el patrio pabellón que halla en cada ciudadano un paladín.

Efectivamente,  nuestro pabellón patrio al igual que nuestro escudo nacional nos identifica y nos distingue como nación, por ello muchas son la creaciones artísticas que a ellos se refiere, como aquella bella y sencilla tonada que cantamos desde niños:  “mi banderita chilena, banderita tricolor, colores que son emblema, emblema de mi nación”,  lo que ya se siente, se vibra y estremece nuestro sentimiento nacional.

Ya se comienza a flamear y cantar en el espíritu de cada chileno,  con la ayuda de una suave brisa de Septiembre:  “el tricolor esta bailando su cueca en los volantines”, mientras que en los distintos medios de comunicación ya se observa y se escucha desde Arica a Punta Arenas, toda la riqueza de nuestros cantos y la belleza de nuestras danzas como fieles expresiones de nuestro pueblo convertido en un punto de convergencia y de unión, tal que como lo dice el poema de Víctor Domingo Silva !, ¿Qué nos une en éste instante? ¿Quién nos llama? .

Las fiestas patrias ya se aproximan, y en cada amanecer ya se respira el aire de regocijo y la alegría va apoderándose gradualmente en el pensar y en el actuar de cada chileno, preparándonos para homenajear a la patria, ”las fondas y las ramadas invitaran a remoler, con sendos vasos de chica y huaina que bailan bien”.

Los sentimientos de chilenidad afloran por doquier, no obstante también es el momento parahacer hincapié en algunos vicios o imperfecciones que a través del tiempo por lo general se observan antes, durante y después de estas celebraciones, con hechos, sucesos, acontecimientos o contingencias que no debieran suceder pero que lamentablemente ocurren, dentro de este generalizado ambiente de diversión y deseo de pasarlo bien.   Tal es así que en unas cuantas semanas antes ya se observa un desmedido ajetreo en las calles, recintos y lugares en donde supuestamente se aprontan a recepcionar potenciales clientes, aunque no siempre tomando las medidas de seguridad que en estos casos debiera ser pertinente bajo una estricta vigilancia y control.

Por otra parte también se observa una masiva concurrencia de la ciudadania a los lugares de distribución y venta de productos, ferias, supermercados y diversos locales comerciales, para abastecerse de todo lo necesario para celebrar estas fiestas,  que se caracteriza por un enorme consumo de carnes para el infaltable asado a la parrilla o al horno, conjuntamente con todas aquellas verduras, condimentos,  frituras y bebidas alcohólicas de diferente tipo que ameritan algunas comidas típicas, contando entre estas, las infaltables empanadas de horno o fritas, con un fuerte consumo de: chicha, vino de distintas clases y categoría, lo que ciertamente no tiene nada de extraño, es mas,  es natural que así sea, el afán de consumo aumenta en cada uno de estos eventos de celebración patriótica.

El punto negro sin embargo en todas estas celebraciones,  apunta justamente al excesivo entusiasmo que se demuestra en algunas personas por el consumismo extremo, con nefastas consecuencias para la salud física, social y especialmente mental, por cuanto el abuso de las comidas trae por le general múltiples complicaciones al organismo, provocando en mucho graves intoxicaciones junto al consumo exagerado de bebidas alcohólicas, pese al estricto control que se efectúa  para estas celebraciones.

En concordancia con lo anterior es imprescindible enfatizar entonces algunas de las tantas recomendaciones que permitan a la ciudadanía celebrar estas fiestas en una forma sana y segura,  tal como ya indican las advertencias y sugerencias que ampliamente se difunden.   No obstante para muchos estas recomendaciones pasan inadvertidas y los accidentes fortuitos se van repitiendo año tras años con los consiguientes daños y perjuicios, puesto que muchos terminan tan ebrios que acaban ofreciendo un triste y grotesco espectáculo convirtiéndose en los payasos del circo,  o terminando muertos de borrados en el suelo de cualquier parque, calles o lugares públicos, situación que no deja de provocar burla y hasta celebración por el conglomerado que normalmente asiste a estos eventos.  Pero lo que aun es peor y extremadamente peligroso es la irresponsabilidad de algunos conductores que de manera irresponsable manejan y se trasladan en vehículos, lo que indudablemente año tras años es causa de graves accidentes.  Es de esperar que este año 2012 con la denominada “tolerancia cero alcohol” se exija un mayor y estricto control policial a fin de que el balance sea positivo.

De igual modo, los medios de televisión y los servicios de salud publica  ya están advirtiendo el mal uso que los niños y adultos hacen al encumbrar los tradicionales volantines con hilos que se han dado en llamar “hilo curado” que no es otra cosa que es un tipo de fibra sintética, algodón o de lino, de grosor moderado recubierto por cola fría más un abrasivo como vidriomolido o polvo metálico que se usa para así cortar el hilo de las cometas o volantines contrarios.  Acción con la cual las consecuencias son lamentablemente trágicas.

Por ello cada padre, madre o jefe de familia, debiera tomar consciencia del verdadero significado a los cuales apunta la celebración de “nuestras fiestas patrias”, de manera sana, y especialmente mediante una actitud educativa, fomentando la formación de valores, a través del conocimiento histórico de lo que realmente significa este gran evento nacional, visitando junto a sus hijos ciertos lugares que estén relacionado con este importante evento, para vibrar con sus costumbres y tradiciones, compartir los valores patrios en familia de manera sana y mesuradamente, enseñar a respetar nuestros emblemas nacionales, entre ellos la bandera, hecho que lamentablemente en este último tiempo se ha visto que la bandera ha sido usada como vulgares carteles con demandas y reclamos.   Igualmente es hora de recuperar el respeto que nos merecen las fuerzas armadas y carabineros de Chile, evitar el uso de la expresión grosera como natural forma de un aparente chilenismo.

Igualmente es muy importante que los medios de comunicación y la ciudadanía en general tomen consciencia en torno a la difusión de nuestro folklore musical,  dando mayor cobertura a lo nuestro, a nuestro canto, a nuestras danzas y a nuestros autores nacionales.  En tal sentido es muy triste y hasta vergonzoso ver como se celebran las fiestas patrias en fondas, ramadas y locales comerciales en donde ya es habitual el excesivo uso de la música extranjera.   También los hay chilenos que se olvidan de lo que significa celebrar el cumpleaños de la patria y optan por irse de viaje de placer al extranjero…¿Qué les parece?

Igualmente trascendente, es hacer un llamado a la consciencia publica y en especial a la clase gobernante y al mundo político,  hacer suyo aquellos planteamientos y mensajes que año tras años son transmitidos por la Iglesia a través de Señor Cardenal en su Homilía en el Te Deum o misa de acción de gracias en conmemoración a Chile y a las “Glorias del ejercito” instancia en las cuales por lo general se utilizan frases de elogio y positivos comentarios, con expresiones de buena educación pero que por desgracia a poco andar se olvidan, palabras que se las lleva el viento y que una vez pasada la celebración, al igual que aquellos gladiadores del circo romano, una vez que terminan estas fiestas se vuelve a la lucha política, a la descalificación,  a la propaganda y desmedido afán por conseguir un puesto en la política chilena.

Es entonces la ocasión para que cada chilenos nos preguntemos:  se vienen las Fiestas Patrias…¿sabremos celebrarlas en buena forma?

OMAR GONZALEZ HURTADO

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